¿Quién será?

Nuevamente no logro moverme, aparentemente me ha vuelto a dar algo para que esté adormilada, desde donde estoy no logro verle por ningún lado, ¿Será que se ha ido? ¿Será que esta vez me dejará tranquila?

La luz es muy tenue, apenas logro ver dónde estoy, pero mis ojos empiezan a acostumbrarse, parece mi antigua habitación, creo que está detrás de una puerta, logro ver sus afiladas uñas sobresalir del closet.

-Te ves tan hermosa sin ropa.

Se ha movido de donde estaba, ya no lo veo, se que está acechándome.

-¿Dónde estás? ¡No me hagas nada!

- Tu cabello es tan sedoso y limpio

-¡Suéltame! No me toques, tendré problemas.

-Tus mejillas rosadas y tu respiración agitada me dicen que ya estás excitada, estás lista para mí.

-¡Claro que no! Nunca estaría lista para un monstruo como tú, déjame tranquila.

-Me encantaría dejarte hablar pero no me excitan mucho las groserías que me dices, sin embargo adoro todo lo que me has hecho con la boca.

-Como si pudiera evitarlo, maldito cerdo, deja mis senos, no.....

-Son tan suaves, tan redondos, eres definitivamente mi favorita, no logro no estar excitado al tenerte, debo controlarme, deseo poder recorrerte poco a poco, te morderé un poco el pezón, me encanta ver como te retuerces de placer.

-¡¡Ah!! Por favor no, eso no.

-Esos mini gemidos que haces son tan exquisitos, apenas logro controlarme, lameré tu ombligo, quizá si te comportas te deje moverte un poco.

No tengo forma de huir, ojalá pudiera controlar las reacciones de mi cuerpo, así no vendría nunca más al verme fría y sin reacciones.

-Eres tan perfecta, tienes una vagina de olor exquisito y ya está húmeda, mi pequeña criatura esa pequeña mordida te dejó húmeda, quizá con otra más.

Me muerde nuevamente.

-Es la tercera vez que estamos en esto y no había notado esta reacción tuya, creo que ya no aguantaré más.

-Nooo, ¡Suéltame! Deja mis piernas, estás tan enorme que me lastimas, ¡Suéltame!

-Mi miembro está tan duro, espero te retuerzas de placer, oh demonios, estás tan caliente y húmeda, se nota que sólo me tienes a mí para darte placer. Tus brazos son tan pequeños, que mis uñas atraviesan tu piel fácilmente, no logro controlarme.

-Déjame, me lastimas, me duele, esta muy grande tu pene, si así se le puede llamar a eso, es enorme y tan espinoso.

-Estas tan exquisita, debo morder de nuevo tu pecho, estoy gozándote tanto ¿Dónde debo terminar? ¿Tu boca, tu suave vagina?

-Ya por favor que esto acabe, volveré a tener problemas, estoy toda marcada y sangrando.

-Estás tan húmeda, es tan delicioso, te daré mis últimos momentos lo más fuerte posible, te daré todo el placer que puedo darte, no sé si te quepa todo pero lo intentaré para que estés satisfecha.

-¡¡¡Ah!!!!! ¡¡¡Noo!!! Eso duele mucho me harás sangrar de ahí, por favor detente, que alguien lo detenga, va a matarme.

-¡¡¡Ah!!!! Contigo duro tan poco, me excitas demasiado pequeña criatura, quizá deba visitarte mas seguido.

Por fin terminó, me duele todo mi cuerpo, estoy tan cansada...

-Tengo tantas fantasías contigo, aun no pasamos a otras partes de tu cuerpo, posiciones... y tantas otras cosas, pero no te preocupes, volveré, mi deliciosa doncella.

No te olvides de venir a visitarme de nuevo, nadie más lo hace desde que estoy aquí recluida.

-¡Doctora! La paciente del cuarto 203 se volvió a herir.

-¿Qué? ¿Cómo? ¿Qué no la dejamos amarrada para evitar que se hiriera?

- Así es, sigue amarrada.

-Por Dios, ¿Cómo logra hacerse según ustedes estas heridas?, parecen mordidas y rasguños. Exigiré que pongan cámaras de seguridad en esta habitación o que la trasladen a una de vigilancia 24 horas.

-Doctora, sigue sangrando.

-No es posible, llama a urgencias, tiene sangrado vaginal, ¿Qué rayos le están haciendo a esta chica? Apelaré con los directivos, estoy segura que ella no está loca, alguien la ha estado violando y torturando.