El área de lavado... (parte 1)
- Umma
- 8 abr 2015
- 4 Min. de lectura
Hola, hoy sacaré algo del baúl enpolvado de la vida, es un poco largo así que espero les guste...

Era un día normal, desperté con una depresión común, confiaba en que encontraría alguna razón para continuar respirando, mi novio llevaba hablándome desde hacía dos días nada mas para gritonearme y todo por una tonteria ¿qué tiene de malo querer conocer a las amistades de tu pareja?, digo no creo que sea tan malo saber cómo es su círculo de amigos y cómo se llevan, en fin.
Decidí apagar mi teléfono, creo que la señora que venía a mi lado en el camión me odió por media hora y con este tránsito, ya iba tarde al trabajo, por el retraso la loca de mi jefa me pondría a limpiar y acomodar todas las estanterías, por si fuera poco ese día abrían por fin ese banco junto a la tienda, el horror de las quincenas.
El chico del asiento de atrás no dejaba de mirarme así que decidi bajarme una cuadra antes de llegar a la plaza.

Tal y como lo sospeché me pusieron a limpiar estanterias y demás cosas. Los trapos para limpiar olían peor que humedad, así que fui a lavarlos al primer piso, el único lugar donde puedes lavar y de la nada, ahí, en el mismo cuarto de limpieza, estaba el mismo tipo del camión. Entré directamente a hacer lo planeado, abrí la botella de jabón y de la nada sentí un respirar en la espalda...
-"así que trabajas aquí, será interesante tenerte como vecina "
El mismo chico del camión me susurraba al oído, me ha hecho estremecer y lo peor, ni sentí que estuviera ahí. Terminé de lavar, fui directo a la tienda y tal como se me habia dicho, ahí se encontraba el mismo chico, al pasar me guiñó un ojo, hice como si no lo hubiera visto.
En los días siguientes, las chicas de mi trabajo parecían animales en celo, todas hablando de Daniel, Andres y otros mas, hasta cierto punto agradecí que me siguieran poniendo a limpiar estantería, mínimo así me podía poner los audífonos y no escuchar tanta tontería, sin embargo al tener que limpiar las cajas y demás cosas tenía que volver a lavar esos dichosos trapos, así que volví al primer piso a lavar, para mi alegría no estaba el chico ese, me apresuré a lavar con el fin de no toparme con nadie y no tener que hablar con nadie...
-"¿Haz notado que esta puerta se cierra por dentro y no por fuera?"
Esa voz, era otra vez él, cerraba la puerta tal y como lo había dicho: por dentro. Se acercaba poco a poco a mi, mientras me veía y se humedecia los labios, trate de ignorarlo, asi que volví a mis trapos, sin embargo me tomó por la cintura mientras respiraba junto a mi oido.
-"Espera, ¿qué haces? ¿qué te pasa?"
-"Haciendo lo que me dicen tus ojos que deseas"
-"Yo no te he dicho nada, es más, ni te conozco"
-"Cierto, no me conoces y eso es lo mejor..."
-"Suéltame ya"
Salí del cuarto de limpieza tan rápido como pude y llegué a la tienda, supongo tenía cara de pocos amigos más de lo normal. Me vieron todas y se quitaron de en frente mio, una de las chicas se me acercó en el almacén...

-"¿Te encuentras bien?"
-"Si"
-"¿Segura? te vez molesta"
-"Sólo es que olvidé mi comida"
Sin verla me fui a continuar con mi trabajo, estaba realmente molesta, quién carajos se creía ese para estarme molestando y rematando con que las niñas del trabajo terminaran preguntándome. Debí, en ese momento, de haber pensado en qué podría ser pero por qué de la nada empezó a sonar mi teléfono y adivinen quién era, nada mas y nada menos que el tarado de mi novio que después de 3 dias se acordó de mi existencia. Me sentía extraña y dudosa y cuando se me ocurrió contestar, pff él colgó, le mandé un mensaje diciendo que saldría a las 8, me contestó casi de inmediato diciendo que nos veíamos en un restaurante, una cena no me caería mal, pensé.
Salí por fin con la esperanza, quizá un tanto errada, de que me apacharan un poco, llegué al restaurante y para fortuna mía mi novio estaba ahí...
-"Hola nena, se que hemos estado distanciados pero seguro el trabajo es lo que más nos separa"
-"Hola, sí, creo que es un poco de esto y un poco de aquello"
-"Cuéntame ¿qué te has hecho estos días?"
Obviamente no pensaba en decirle: "pues fijate que abrieron un banco nuevo y un tipo de ahí me ha estado acosando y hoy me tomó por la cintura insinuándoseme", así que dejé todo en; hay un banco al lado de la tienda.
-"Que bien así podras ayudarme con los pagos que luego se me atrasan"
-"Claro ¿para qué otra cosa me pondrían un banco al lado?"
-"Esa boquita, sabes, no deberías hablarme así después de que te he perdonado lo de la discusión pasada"
-"¿Que tu me perdonaste qué?"
-"Déjalo así vamos a comer y te llevo a casa, me hacía falta verte muñeca"
-"Detesto que me digas muñeca"
-"Lo sé nena, pero es que eres tan bonita"
No dije nada más durante la comida y solo escuchaba sus fabulosas anécdotas laborales y "las cosas que podía decirme" que hacía con sus amigos; ya por fin en casa recibí un mensaje de mi jefa: tenía que llegar tenprano para terminar el almacén por que el supervisor llegaría por la tarde y quería todo limpio. Sin quitarme la ropa me acosté en mi cama y me quedé dormida...
Hasta ahí la primera parte de esta historia, prometo no tardar mucho en publicar la segunda parte y no olviden..
Stay Ecchi, besos.
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