Al salir el sol...

Escucho las olas a lo lejos, siento la brisa del mar chocar contra mi desnudo pecho, me levanto de la cama me asomo por la terraza, el sol esta saliendo. Te posas detrás de mí, siento tu cuerpo desnudo, tu mano roza mis glúteos, acaricia mi cadera, hace una escala en el pecho y sube hasta llegar a la barbilla que acerca mis labios a los tuyos, acaricio tu espalda mientras le ruego al tiempo se detenga en ese momento; tu no piensas igual. Desciendes por mi cuello hasta mi pecho, lo recorres despacio a besos mientras acaricio tu cabello negro, me tomas por la cintura me empujas a la cama. Entre risas, miradas de travesura y juegos logras por fin recostarme, alcanzo a ver tu mirada lujuriosa...

Te arrodillas al pie de la cama empiezas a besarme los pies mientras tus manos recorren mis piernas, subes hasta mis muslos besándolos, el placer es tanto que mi corazón se acelera, tu mano parece escaparse a tocar mi clítoris, como reflejo esbozo un leve sonido, tu boca sigue tu a mano, me haces morderme los labios y estrujar un poco las sabanas. Tu lengua se desliza un poco mas abajo como para saborearme, tus manos retoman su camino por mi cadera, tu boca va directo a mi pecho mientras tu pene encuentra alojo un mi húmeda vagina, me haces soltar un leve gemido y siento tu beso suave en mi frente a la vez que tomas ritmo.

Acaricias mis glúteos al levantar mis piernas, mis gemidos han dejado de ser leves mas parece no importarte, bajas mis piernas solo para darte cuenta de que estoy cerca de tocar el cielo, no te detienes incluso me besas el cuello y mientras rasguño levemente tu espalda descubro que juntos tocamos el cielo. Me besas en los labios, sonríes y en un calido abrazo dices…

-“Buenos días amor, sabes te perdiste un amanecer hermoso.”