El área de lavado.... (parte 2)
- Umma
- 12 may 2015
- 4 Min. de lectura
Al día siguiente llegué temprano, resultó que nadie estaba en la tienda aún, así que abrí la tienda y comencé a limpiar lo faltante; para fortuna mía el día anterior había dejado algunos trapos limpios y una pequeña botella rociadora con agua y limpiador, así que no tendría que ir a el área de lavado en un buen rato.
Tenía mi música sin audífonos así que logré escuchar cuando se abrió la puerta de la tienda, la cual dejé cerrada aunque toda la tienda estaba prendida para que mis compañeras supieran que alguien ya estaba, de inmediato me puse los audifonos y continué limpiando, sentí cómo unas manos me tomaban por la cadera, me di la vuelta y era él, qué carajos hacía él aquí...

-me gusta tu cadera, es tan provocativa.
-no puedes estar aquí y mucho menos tocarme de la nada.
-no voy a robar nada ademas aun nadie abre el banco así que no puedo entrar, decidí acompañarte.
- no puedes estar aquí....
me besó....
- ¿qué te pasa?
- resístete, sé que te gusta lo que hago, sé que deseas más, aunque no te permites disfrutarlo.
-qué te hace pensar que me gusta que me acoses.
-solo lo sé.
-como sea, lárgate de aquí y no lo hagas más.
Empezó a alejarse así que me dí la vuelta para limpiar y nuevamente sentí sus manos pero ahora en mi abdomen....
- ¡basta! ya te habías ido.
- nunca dije que me iría, tienen muchas ligas aqui
-ya vete antes de que llegue alguien y me regañen por tu culpa.
-es muy temprano para que lleguen tus amiguitas.
-no son mis amigas, ¡vete!
-¿qué haces?
Tomo con sus manos mis muñecas y trataba de besarme..
-¡Déjame!, !Aléjate¡
-vaya que eres difícil, eso me gusta, te dejaré continuar, te veré después lindurita me muero por rozar tu piel por debajo de esa ropa.
Después de todo se fue, intenté hacer hasta lo posible por no tener que salir de la tienda pero no puedes terminar de limpiar ese maldito almacén con una sola ronda de trapos limpios y una mini cubeta; tuve que esperar a que llegara alguien más de la tienda y cuando así fue me atreví a preguntar...
-Disculpa, ¿podrías ir a limpiar los trapos y traer un poco de agua en la cubeta para seguir con el almacén?
-Claro que no ese es tu problema.
Resignada volví a ese cuarto de limpieza, esta vez para mi mala fortuna él ya estaba ahí,
-Vienes a mí, deseosa de que te tome ¿cierto?
-Vendré mas tarde...
Corrió y cerró la puerta, acto seguido lo empujé para quitarlo de la puerta.
- Eres tan dulce, tratas de empujarme aún cuando soy mucho más fuerte que tu.
-Quítate eres un abusivo, no puedes estarme intimidando de ese modo, iré con tu jefe.
-Yo soy el jefe de esa sucursal amor.

Me tomó de los brazos sonriente, como si eso fuera lo que hubiera estado esperando, tomó mis muñecas con una sola mano mientras con la otra tomaba los sucios trapos que había dejado y mientras forcejeaba, él sólo sonreía mientras empezaba a atar mis muñecas.
- Si no te calmas tendré que calmarte a la mala y eso te puede doler.
- Por qué no mejor me sueltas y platicamos.
- Porque me exita verte temblar, cómo te resistes y ésta vez no pienso quedarme con las ganas.
Como pude le dí una patada en la espinilla, me soltó repentinamente, trate de correr a la puerta y de la nada sentí un tremendo golpe en la cabeza que me tiró.
- ¿Ves dulzura? ya te portaste mal, así estaras bien quieta....
Cuando volvi a escuchar otra cosa que no fuera ese zumbido y esa pantalla negra de cuando te desmayas, abrí los ojos, noté mi playera levantada junto con mi sostén, yo aún seguia en el piso.

- ¿Qué te hice para que me hagas esto?
- Nada realmente, eres realmente sexy, irresistible.
-Tengo novio ¿sabes? y le diré lo que hiciste y te golpeará.
- Si tuvieras novio estarías mas cooperadora.
Empezó por lamer mi pecho y aunque me movía, estaba bastante bien amarrada de las manos a ese maldito estante enorme y pesado, para mí, todo parecía durar una eternidad; zafó mí cinturón como si fuese de papel, de un tirón bajó mi pantalón y metió sus sucios dedos entre mis piernas.
- ¡¡¡¡¡¡Sueltame!!!!!!
- ¿Te gustó?, me parece perfecto, pero si haces mucho ruido tendré que volver a pegarte o amarrarte algo a la boca, cualquiera duele mucho, mejor ya flojita y puede que hasta te guste.
- ¡¡¡Ayuda!!!
Grité y la respuesta de él fue meter su mano con fuerza mientras con la otra tomaba un trapo sucio.
- Te dije que te calles, abre la boca y te meteré esto para que te calles.
- No, no, prometo ya no decir nada.
Mordía mis labios mientras me tocaba intentando no gritar, trataba de pensar en otras cosas tratando de ausentarme de lo que pasaba. Justo cuando quitó mi pantalón comense a llorar, finalmente logró penetrarme, lamía y mordisqueaba mi pecho mientras me decía lo deliciosa que estaba, finalmente terminó más rápido de lo que comenzó, se vistió y me dejó en el suelo para tomarme fotos. Cuado terminó me desató y de inmediato abrió la pueta y se fue, de inmediato comence a vestirme, aún temblaba, de la nada llegó mi jefa...
-Mira que no es tan difícil encontrar alguien que te coja, no estas tan fea después de todo haber si asi se te quita lo odiosita y apúrate que aún tienes mucho que limpiar...

Pues bien amigos he aquí una más de estas historias, espero les haya gustado un poquitín.
Besos y recuerden, stay ecchi...
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